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“Yo y yo sigo cometida a Rastafari porque es más que una relación con un hombre, es cuestión de identidad, de ver a dios en una misma, y tener fusión con EL. Es cuestión de compartir una conciencia cósmica, explorar la espiritualidad y encontrar una autorrealización natural que es, de inmediato creativo y recreativo. Es una autenticación de mi misma como Reina Negra sin sentir la necesidad de disculparme frente a las normas de babilonia”

Sister Imani Tafari, Hermana Mayor Rastafari

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miércoles, 13 de junio de 2012

Por que los niños africanos no lloran?


Una bella historia vivencial de J. Claire K. Niala sobre lactancia y crianza Natural, que nos comparte y traduce Sarai en su blog.
Nací y crecí en Kenya y en Costa de Marfil hasta la edad de 15 años, luego me transferí al Reino Unido. Sin embargo, siempre he sabido que quería criar a mis hijos (cuando los tuviera) en casa, en Kenya. Sí, daba por supuesto que tendría hijos.

Soy una mujer africana moderna: con dos licenciaturas, pertenezco a la cuarta generación de mujeres que trabajan en mi familia. Pero cuando se trata de niños, soy una africana tradicional. Sigue siendo mi convicción que la vida no está completa sin hijos y que los niños son una bendición a la cual renunciar es una locura. De hecho, no tener hijos no es ni siquiera considerado.

Mi embarazo inició en el Reino Unido. Con el embarazo sentí un fuerte impulso a volver a casa, y cuando estaba de cinco meses ya había vendido mi estudio y establecido una nueva actividad, me había mudado de casa y de continente.

Cuando supe que esperaba un hijo hice lo que la mayoría de las mujeres embarazadas en el Reino Unido haría, leía vorazmente: Our Babies, Ourselves, Uncoditional Parenting, todos libros de W. Sears, y la lista podría continuar (mi abuela después me comentó que los niños no leen libros y que todo lo que tenía que hacer era “leer” a mi bebé).

Todo lo que leía decía que los niños africanos lloran menos que los niños europeos. Esto me intrigó mucho y quería averiguar el por qué.

Una vez en casa, en Kenya, comencé a observar. Mi mirada se dirigía hacia las madres y los niños, y estaban por todas partes, incluso si los bebés africanos menores de un mes y medio de vida están sobre todo en casa.

Lo primero que noté fue que, a pesar de su ubicuidad, en realidad era muy difícil “ver” realmente a un bebé en Kenya. Por lo general están muy bien “vendados” antes de ser cogidos en brazos o envueltos con un fular sobre la espalda de su madre (a veces el padre). Incluso los más mayores, envueltos en la espalda de los adultos, están protegidos con una tela de grandes dimensiones. La forma en la que están envueltos es como una réplica de un útero. Los niños están literalmente enfundados con el fin de ser protegido contra el estrés del mundo exterior al cual han recientemente llegado.

La segunda observación que me quedó clara era legada a una diferencia cultural. En el Reino Unido se supone que los bebés lloran, el llanto es inherente al niño. En Kenya, sucede exactamente lo contrario: se supone que los niños no lloran. Si lo hacen es un signo de que algo terrible sucede y tenemos que actuar inmediatamente para poner remedio y eliminar la causa. Mi cuñada inglesa una vez me dijo: «Aquí a la gente no le gusta que los niños lloren, ¿verdad?». Me di cuenta de que su observación resumía perfectamente la diferencia.

Todo se volvió aún mucho más claro cuando por fin dí a luz y mi abuela vino a verme desde su poblado. Mi bebé lloraba muy a menudo, de hecho. Exasperada y cansada, se me olvidó todo aquello que había leído, y a veces me daban ganas de llorar con ella. Pero para mi abuela era muy simple: «¡Nyonyo!», «¡Dále el pecho!», era su respuesta a cada simple gemido.

Había momentos en los que lloraba porque tenía el pañal mojado, o quería estar en sus brazos, o porque necesitaba echar el aire, pero sobre todo quería que le diese el pecho —y no importaba si tenía hambre o si sólo necesita un momento de consuelo. La llevaba envuelta en mi espalda con el fular, y dormía casi siempre con ella (colecho), de tal forma que darla el pecho era una extensión natural de aquello que ya hacíamos.
Improvisamente me dí cuenta de que el secreto del alegre silencio de los bebés africanos no era tan difícil de desvelar. Se trataba de una simbiosis constituida para satisfacer las necesidades. Algo que requiere una total suspensión de la idea de lo que debería haber sido, sustituyéndola por la aceptación, sin condiciones, de lo que realmente está sucediendo en ese momento.

El resultado fue que mi hija comía mucho —mucho más de aquello que había leído nunca y por lo menos cinco veces más de lo que establecían ciertas pautas de nutrición que había visto.

A los cuatro meses aproximadamente, cuando la mayoría de las madres de la ciudad empiezan a introducir alimentos sólidos, de acuerdo con los patrones de destete, mi hija retornó a un ritmo de lactancia de recién nacido: la daba el pecho cada hora, fue un shock total. En los últimos cuatro meses, el tiempo entre toma y toma había comenzado a aumentar, y yo había iniciado a tratar a algunos pacientes sin que mis pechos gotearan y sin que la niñera interrumpiera las sesiones porque el bebé tenía hambre.

La mayoría de las madres, del grupo de madres y bebés al que asistía, habían diligentemente comenzado a introducir la crema de arroz (para prolungar el tiempo entre tomas) y todos los profesionales involucrados en la vida de nuestros hijos —los pediatras, e incluso  las doulas— decían que era lo mejor: las madres necesitaban descansar, era asombroso el esfuerzo de estos últimos cuatro meses de lactancia materna exclusiva. Ellos nos aseguraron que nuestros niños estarían bien.

Sin embargo, sentí algo dentro de mí que desafinaba, y cuando intenté, sin mucha convicción, mezclar un poco de papaya (es la comida tradicional para el destete en Kenya), con leche en polvo y se lo ofrecí a mi hija, ella ni siquiera lo probó.

Así que llamé a mi abuela. Ella se hecho a reír y me preguntó si yo había vuelto a leer libros. Me explicó que la lactancia materna está muy lejos de ser lineal.

«Te dirá ella cuando estará lista para la comida, su cuerpo te le dirá».

«¿Qué debo hacer hasta entonces?» le pregunté ansiosa.

«Sigue haciendo aquello que has hecho hasta ahora, simplemente Nyonyo».

Así que mi vida se sosegó de nuevo, se detuvo prácticamente. Mientras que muchas de mis compañeras se asombraban cada vez más de cómo dormían sus hijos ahora que habían introducido la crema de arroz, e incluso se aventuraban con otros alimentos, yo me despertaba cada dos horas con mi hija e informaba a los pacientes que lo de volver al trabajo no sería tan fácil como me lo esperaba.

Pronto descubrí que me estaba convirtiendo, involuntariamente, en un servicio de apoyo y de información para otras madres de la ciudad. Mi número de teléfono empezó a pasarse entre las madres y, a menudo, mientras amamantaba a mi bebé pronunciaba estas palabras: «Sí, dale otra vez el pecho. Sí, incluso si se lo acabas de dar. Sí, hay veces que no encuentras ni siquiera el tiempo para quitarte el pijama durante todo el día. Sí, necesitas comer y beber como un caballo. No, no tienes que volver a trabajar si te lo puedes permitir». Por último, tranquilizaba  a las madres: «No te preocupes, después será más fácil». Esta última frase era una profesión de fe, porque para mí las cosas no eran más fáciles.

Una semana antes de que mi bebé hiciera cinco meses, regresé a Inglaterra para ir a una boda y para presentarles a mi hija a la familia y a los amigos. No tenía exigencias particulares, por lo que fue fácil continuar con los ritmos de la lactancia. Continué, a pesar de las miradas de muchos extranjeros, que me observaban desconcertados sólo por el hecho de que daba el pecho a mi hija en lugares públicos (muchos “espacios para la lactancia materna” estaban relegados en los cuartos de baño, y yo no quería usarlos).

En la boda, en la mesa durante el banquete, la gente que estaba cerca de nosotros observó: «Que niña más tranquila, pero la das el pecho mucho». No comenté nada, pero cuando otra mujer me dijo: «He leído en alguna parte que los niños africanos no lloran casi nunca», no pude reprimir una carcajada.

Lo más importante que me ha guiado ha sido la dulce sabiduría de mi abuela:
1. Ofrecerle el pecho cada vez que el bebé tenga algún problema, incluso si lo acaba de hacer.
2. Duerme junto a tu bebé (colecho). Así puedes darlo el pecho antes de que se despierte completamente y esto le permitirá volver a dormir más fácilmente y podrás descansar más.
3. Ten cerca una botella de agua durante la noche: para mantenerte hidratada y hacer fluir la leche.
4. Haz de la lactancia materna tu prioridad (particularmente durante los períodos de crecimiento) y déjate ayudar de los que te rodean. Y recuerda: son pocas las cosas que no pueden esperar.

Lea a su hijo, no libros. La lactancia materna no es lineal, sube y baja o es circular. Y recuerde: usted es el experto en las necesidades de su hijo.

J. Claire K. Niala es la autora de este testimonio, es madre y osteópata. Claire es una mujer a la que le encanta explorar las diferencias que afortunadamente todavía existen entre las diferentes culturas de todo el mundo. Nació y creció en Kenya, Costa de Marfil y en el Reino Unido. Ha trabajado y vivido en tres continentes y ha visitado al menos un nuevo país cada año desde que tenía 12 años. Sus compañeros de viaje favoritos son su madre y su hija, cuyas historias y el interés por los que le rodean han llevado a Claire a descubrir e interactuar con el mundo en formas que nunca imaginó.

Es una historia que si duda alguna nos deja muchas enseñansas, una de ellas, la importancia de satisfacer las necesidades de nuestro bebe y nuestras antes que la de nadie mas. Por que los niños de africa no lloran? Bueno, concluyo que depende de nosotros, atender sus necesidades o simplemente decir "dejalo, es normal que los niños lloren", esta en las manos de cada uno y de cada una de nosotras el bienestar total de nuestros niños...

jueves, 10 de mayo de 2012

Reconociendo nuestro cuerpo.

Estudiando sobre los procesos que llevamos a cabo durante la concepción, el embarazo, el parto, el pos-parto y la lactancia me di cuenta de lo imprescindible que es darle todavía una mayor importancia a nuestro cuerpo, sin esperar que nuestras acciones afecten directamente a otro ser, conocerlo mejor para saber como funciona, conectarnos con el, para así crear un inmenso equilibrio que nos lleve al control, así como a la sanación del mismo.

En la actualidad notamos que para algunos hombres y mujeres es difícil concebir, lo cual es un proceso natural de vida en condiciones saludables en el ámbito físico, mental, sexual y espiritual, el asunto es que en estos tiempos no se lleva un correcto equilibrio entre todos estos por diversos intereses humanos, lo cual nos lleva a desequilibrar nuestros pensamientos, nuestra alimentación, nuestro hablar, actuar y de ahí todos los procesos de nuestro organismo (ojo que uno va ligado a otro). Por lo cual no es de extrañarse que un proceso tan natural y grandioso como es Dar vida, sea vinculado con sentimientos negativos, como dolor, sufrimiento,  desigualdad, ignorancia, inconsciencia y violencia.

Sin duda alguna, el dolor no tiene que ir acompañado con todos estos aspectos negativos, sin embargo en el contexto del cual hablamos es de esta forma, por lo cual el combatirlos nos llevara a tener un parto pleno, sin sufrimiento, consiente y lleno de amor; si no trabajamos y logramos que éste sea de esta forma es difícil, si no es que imposible que nuestras vidas y que el mundo sean de esta forma.

Por esto mismo considero muy adecuada mucha de la información que ha llegado a mis manos, la cual quiero compartirles y que espero sea de ayuda para todos y todas. Para comenzar algunos ejercicios para localizar el utero:

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Ejercicios




Ejercicio 1
LOCALIZACIÓN DEL ÚTERO

Algunas mujeres tienen problemas para situar el útero dentro de su cuerpo. Este es un ejercicio fácil de hacer que nos lleva hasta la entrada del útero. 

Tumbada boca arriba. Cierra los ojos.  Comienza respirando profundamente y dale la orden a tu cuerpo de aflojar con cada exhalación. Haz esto unas cuatro o cinco veces. Después lleva toda tu atención a los labios menores en la entrada de la vagina.  Comienza a apretar ligeramente los músculos de la entrada de la vagina y mentalmente da la orden de ir subiendo la contracción muscular por la vagina hasta el cuello del útero. Y sigue ordenando a tus músculos que se contraigan. Cuando llegues al útero (está hecho de masa muscular) notarás algo de placer y un ligero calor. Quédate con esta sensación.
Repite el ejercicios hasta que puedas "notar" todo el útero.
El útero se sitúa entre la vejiga y el recto en un punto situado aproximadamente entre el ombligo y el pubis. En el segundo chacra yogui.




Ejercicio 2
RELAJAR LA BARBILLA ES RELAJAR EL ÚTERO


En la tradición hindú, el cuerpo sutil está formado por chacras o centros de energía. El segundo chacra, llamado Swadhistanha (el chacra sexual) y el quinto chacra o chacra de la garganta llamado Vishuda (chacra de la creación y del poder personal y la auto-afirmación en la sociedad) están unidos. No en vano ambos son centros de creación. De creación de vida en el segundo chacra, de creación de nuestros propósitos, necesidades, soluciones... en el caso del quinto. 

No es necesario que creas lo que acabas de leer. En el cuerpo físico podemos comprobar este fenómeno de una manera fácil. Os propongo:
1.- Tomar conciencia de la tensión en la barbilla y la mandíbula.
2.-  Relajar conscientemente estos músculos. Si notas que no es posible puedes darte un masaje con los dedos mientras aflojas conscientemente la mandíbula y la barbilla.
3.- Respira conscientemente mientras observas los cambios operados en tu cuerpo, sobre todo, en la zona del útero.


Ejercicio 3
CONCIENCIA DE LAS TENSIONES MUSCULARES

Respira lentamente. Ve soltando los pensamientos, las prisas... Haz un breve repaso mental sobre tu cuerpo. Observa qué músculos presentan tensiones: recorre tu espalda y "captura" estos músculos congestionados y contraídos. Sube por el cuello, la mandíbula, la barbilla, el entrecejo, la cabeza... Observa la tensión, el pellizco que crean estos músculos a su alrededor, nota su dolor, como provocan cambios posturales (hombros levantados, mandíbulas encajadas, gestos faciales...)  

¿Tienes más de un músculo contraído? 

Ahora puedes imaginar cuál es el estado de tu útero, teniendo en cuenta que es un órgano eminentemente muscular y que no lo hemos ejercitado nunca.

Ahora puedes comprender que es posible, igual que tenemos un útero tenso y contraído, tener un útero relajado y flexible.

Ahora has comenzado a caminar en este sentido. Porque el primer paso era comprender esto: nuestro útero es masa muscular y como tal es posible relajarla.

Ejercicio 4
LLEVAR ENERGÍA AL ÚTERO

De pie, con los ojos cerrados. Respira profundamente y relaja el cuerpo. Lleva toda tu atención al cuerpo. Ahora frota las palmas de las manos entre si vigorosamente durante un par de minutos. Notarás como tus manos se llenan de calor.

Ahora, une los dedos índices de cada mano y los pulgares, creando un triángulo. Coloca los pulgares en el ombligo y pega las manos al cuerpo.

Quédate así, observando tu útero. Respira profunda y relajadamente, sin forzar. Conecta con útero.

Para finalizar, haz tres respiraciones profundas y abre los ojos.


Ejercicio 5
ESTIRAR LAS LUMBARES

Con las piernas rectas y separadas a la altura de los hombros, apoya tus manos en las inglés y echa el cuerpo hacia delante hasta que quede paralelo al suelo. Desde ahí, con las manos en las inglés empuja el cuerpo hacia atrás y  estira la columna. Deberás notar cómo se estira la zona lumbar. Después, vuelve a la posición inicial y respira llevando el aire a la zona y concentrándote en este espacio. el objetivo del ejercicio es descongestionar la zona pélvica permitiendo a las lumbares relajarse. Repite varias veces.



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Estos ejercicion me han sido y se que me seran de mucha utilidad ya que en el prosceso del parto, el utero cumple funciones super escenciales para un feliz termino de este. Así que a reconocer y ejercitar nuestro Utero y Cervix. Muchas gracias al blog "Estudio sobre el utero" por hacernos llegar esta valiosa información.

domingo, 4 de marzo de 2012

La naturalidad trasciende

Por todas las batallas que hemos liberado, damos gracias, pues día a día van rindiendo fruto.
Sin forzar nada y el permitir que todo fluya permite que la naturalidad de la vida se manifieste y esto nos demuestra que la sencillez y la simplicidad de la meditacion, es el camino a seguir.

Ras Makva ( mi esposo) y yo y yo tomamos la desicion de realizar con mi pequeña Princesa Inat la lactancia prolongada y el colecho, y aun a pesar de sentirme segura de nuestra desición, de ves en cuando rondaba por mi cabeza un poco de preocupación de si el camino que seguimos es el correcto. Ahora tras Año y 11 meses de lactancia, Inat ha desidido no tomar mas Leche de Mama, y dormir en su cuna de viaje en nuestra recamara, esto sin proponérselo ni obligar a nada.

El dar la oportunidad a nuestros niños de decidir, es demostrarles la confianza que tenemos en ellos y nuestra disposicion de caminar y crecer junto con ellos, de aprender juntos sin distinción de edad ni de "posición" dentro del circulo familiar.

Es realmente sorprendente (aunque concidero no debería) como sin mas ni mas, todo se da en su tiempo y en su lugar, es una muestra de que naturalmente tomamos las desiciones mas convenientes para nosotros y para nuestra familia y que lo único que necesitamos para tener un real crecimiento y aprendizaje es el amor y el ejemplo de nuestros padres, hermanos y familia.

Realmente agradezco esta oportunidad de tomar esta enseñanza y de poder compartirla con ustedes, tomar todo lo que viene y permitir que siga su paso. La educación es fundamental para nuestro crecimiento y el de una Nación Recta y Prospera, pero no debemos dejar a un lado lo que dicta nuestro corazón, pues este nunca buscara el mal. Si cerramos nuestros ojos y buscamos que hay ahí dentro nuestro, lo único que veremos sera Negro, sentiremos Paz, Amor, Sentiremos a Jah Dios.

Aprender la importancia y la magnitud de esto que nuestros niños vienen a enseñarnos es tan importante por lo que no debemos dejarlos a un lado. Hay que dedicarles nuestro amor y tiempo pues considero que también es la salvación de la humanidad.

Termino con  bello canto, Saludos y Bendiciones para todos. Love.

"Vengan mis pequeños vengan
vengan a casa de mi Padre
vengan mis pequeños, vengas mis hermosos
vengan a casa de mi Padre.

La casa de mi Padre esta fundada en amor
Fundada esta, fundada esta
vengan a casa de mi Padre"

martes, 21 de febrero de 2012

Sí tenemos alternativas

Hace ya algun tiempo encontre en Youtube unos videos bellisimos sobre una partera llamada Angelina, note el amor y paciencia con la que atiende a las futuras madres dadoras de vida por lo que quede inpactada, cosa que no deberia ser ya que el servicio medico deberia ser de esta forma.

Mi primer embarazo concluyo en la sala de expulsion del hospital de Gineco-Obstetricia de Tlatelolco, gracias a Jah teniamos conocidos dentro de este por lo que el trato de los medicos fue relativamente bueno; pues no me insultaron o agredieron (a exepcion de la episiotomia la cual es realizada a cada una de las mujeres en parto via vaginal sin opcion de omitirla), insisten sobre cosas que ya fueron habladas y firmadas antes, justo cuando lo que menos necesitas es que te hablen en todo momento y en mi caso despues del parto perdi muchisima sangre por lo cual me mantuvieron bastante tiempo en observacion, donde realmente no tienen control de como te sientes ni lo que necesitas y aun a pesar de la perdida de sangre una Doctora se atrevio a decirme "Hay ya despiertate, no te hagas! como si lo que yo buscara en ese momento es dormir, al contrario, lo unico que queria era tener a mi Nena en brazos alimentandola de leche y cariño, siendo que no pude verla sino hasta despues de 2 dias y llevarla a mi hogar hasta 5 dias despues.

Estoy conciente que decidi parir en ese hospital por miedos habeces infundados, como "por que ahi tienen todo lo necesario por cualquier complicacion" pero tambien lo que el protocolo establece no necesariamente es lo mejor para nosotras y nuestros bebes, pero si lo "mejor" para los medicos y trabajadores de esta institucion publica.

Ahora quiza ya mas tranquila por el conocimiento que he adquirido por mi primer parto y durante este tiempo quiero que este embarazo y parto sea distinto al primero, mas tranquilo, sin miedos, con mayor educacion real y con mayor conciencia de mi ser, de mi cuerpo y de mi bebe. Para empezar me gustaria compartirles estos videos de los que les hable al principio.





Les dejo algunos links muy interesantes sobre el GRUPO TICIME

Hay muchas alternativas durante el embarazo y el parto, asi como de educacion para nuestros pequeños y para nosotras mismas, asi que no nos quedemos con lo que nos dan, busquemos y eduquemonos para realmente poder alzar la voz firmemente y decir:

"Yo dedido..., yo quiero..., yo educo...!
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