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“Yo y yo sigo cometida a Rastafari porque es más que una relación con un hombre, es cuestión de identidad, de ver a dios en una misma, y tener fusión con EL. Es cuestión de compartir una conciencia cósmica, explorar la espiritualidad y encontrar una autorrealización natural que es, de inmediato creativo y recreativo. Es una autenticación de mi misma como Reina Negra sin sentir la necesidad de disculparme frente a las normas de babilonia”

Sister Imani Tafari, Hermana Mayor Rastafari

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miércoles, 13 de junio de 2012

Por que los niños africanos no lloran?


Una bella historia vivencial de J. Claire K. Niala sobre lactancia y crianza Natural, que nos comparte y traduce Sarai en su blog.
Nací y crecí en Kenya y en Costa de Marfil hasta la edad de 15 años, luego me transferí al Reino Unido. Sin embargo, siempre he sabido que quería criar a mis hijos (cuando los tuviera) en casa, en Kenya. Sí, daba por supuesto que tendría hijos.

Soy una mujer africana moderna: con dos licenciaturas, pertenezco a la cuarta generación de mujeres que trabajan en mi familia. Pero cuando se trata de niños, soy una africana tradicional. Sigue siendo mi convicción que la vida no está completa sin hijos y que los niños son una bendición a la cual renunciar es una locura. De hecho, no tener hijos no es ni siquiera considerado.

Mi embarazo inició en el Reino Unido. Con el embarazo sentí un fuerte impulso a volver a casa, y cuando estaba de cinco meses ya había vendido mi estudio y establecido una nueva actividad, me había mudado de casa y de continente.

Cuando supe que esperaba un hijo hice lo que la mayoría de las mujeres embarazadas en el Reino Unido haría, leía vorazmente: Our Babies, Ourselves, Uncoditional Parenting, todos libros de W. Sears, y la lista podría continuar (mi abuela después me comentó que los niños no leen libros y que todo lo que tenía que hacer era “leer” a mi bebé).

Todo lo que leía decía que los niños africanos lloran menos que los niños europeos. Esto me intrigó mucho y quería averiguar el por qué.

Una vez en casa, en Kenya, comencé a observar. Mi mirada se dirigía hacia las madres y los niños, y estaban por todas partes, incluso si los bebés africanos menores de un mes y medio de vida están sobre todo en casa.

Lo primero que noté fue que, a pesar de su ubicuidad, en realidad era muy difícil “ver” realmente a un bebé en Kenya. Por lo general están muy bien “vendados” antes de ser cogidos en brazos o envueltos con un fular sobre la espalda de su madre (a veces el padre). Incluso los más mayores, envueltos en la espalda de los adultos, están protegidos con una tela de grandes dimensiones. La forma en la que están envueltos es como una réplica de un útero. Los niños están literalmente enfundados con el fin de ser protegido contra el estrés del mundo exterior al cual han recientemente llegado.

La segunda observación que me quedó clara era legada a una diferencia cultural. En el Reino Unido se supone que los bebés lloran, el llanto es inherente al niño. En Kenya, sucede exactamente lo contrario: se supone que los niños no lloran. Si lo hacen es un signo de que algo terrible sucede y tenemos que actuar inmediatamente para poner remedio y eliminar la causa. Mi cuñada inglesa una vez me dijo: «Aquí a la gente no le gusta que los niños lloren, ¿verdad?». Me di cuenta de que su observación resumía perfectamente la diferencia.

Todo se volvió aún mucho más claro cuando por fin dí a luz y mi abuela vino a verme desde su poblado. Mi bebé lloraba muy a menudo, de hecho. Exasperada y cansada, se me olvidó todo aquello que había leído, y a veces me daban ganas de llorar con ella. Pero para mi abuela era muy simple: «¡Nyonyo!», «¡Dále el pecho!», era su respuesta a cada simple gemido.

Había momentos en los que lloraba porque tenía el pañal mojado, o quería estar en sus brazos, o porque necesitaba echar el aire, pero sobre todo quería que le diese el pecho —y no importaba si tenía hambre o si sólo necesita un momento de consuelo. La llevaba envuelta en mi espalda con el fular, y dormía casi siempre con ella (colecho), de tal forma que darla el pecho era una extensión natural de aquello que ya hacíamos.
Improvisamente me dí cuenta de que el secreto del alegre silencio de los bebés africanos no era tan difícil de desvelar. Se trataba de una simbiosis constituida para satisfacer las necesidades. Algo que requiere una total suspensión de la idea de lo que debería haber sido, sustituyéndola por la aceptación, sin condiciones, de lo que realmente está sucediendo en ese momento.

El resultado fue que mi hija comía mucho —mucho más de aquello que había leído nunca y por lo menos cinco veces más de lo que establecían ciertas pautas de nutrición que había visto.

A los cuatro meses aproximadamente, cuando la mayoría de las madres de la ciudad empiezan a introducir alimentos sólidos, de acuerdo con los patrones de destete, mi hija retornó a un ritmo de lactancia de recién nacido: la daba el pecho cada hora, fue un shock total. En los últimos cuatro meses, el tiempo entre toma y toma había comenzado a aumentar, y yo había iniciado a tratar a algunos pacientes sin que mis pechos gotearan y sin que la niñera interrumpiera las sesiones porque el bebé tenía hambre.

La mayoría de las madres, del grupo de madres y bebés al que asistía, habían diligentemente comenzado a introducir la crema de arroz (para prolungar el tiempo entre tomas) y todos los profesionales involucrados en la vida de nuestros hijos —los pediatras, e incluso  las doulas— decían que era lo mejor: las madres necesitaban descansar, era asombroso el esfuerzo de estos últimos cuatro meses de lactancia materna exclusiva. Ellos nos aseguraron que nuestros niños estarían bien.

Sin embargo, sentí algo dentro de mí que desafinaba, y cuando intenté, sin mucha convicción, mezclar un poco de papaya (es la comida tradicional para el destete en Kenya), con leche en polvo y se lo ofrecí a mi hija, ella ni siquiera lo probó.

Así que llamé a mi abuela. Ella se hecho a reír y me preguntó si yo había vuelto a leer libros. Me explicó que la lactancia materna está muy lejos de ser lineal.

«Te dirá ella cuando estará lista para la comida, su cuerpo te le dirá».

«¿Qué debo hacer hasta entonces?» le pregunté ansiosa.

«Sigue haciendo aquello que has hecho hasta ahora, simplemente Nyonyo».

Así que mi vida se sosegó de nuevo, se detuvo prácticamente. Mientras que muchas de mis compañeras se asombraban cada vez más de cómo dormían sus hijos ahora que habían introducido la crema de arroz, e incluso se aventuraban con otros alimentos, yo me despertaba cada dos horas con mi hija e informaba a los pacientes que lo de volver al trabajo no sería tan fácil como me lo esperaba.

Pronto descubrí que me estaba convirtiendo, involuntariamente, en un servicio de apoyo y de información para otras madres de la ciudad. Mi número de teléfono empezó a pasarse entre las madres y, a menudo, mientras amamantaba a mi bebé pronunciaba estas palabras: «Sí, dale otra vez el pecho. Sí, incluso si se lo acabas de dar. Sí, hay veces que no encuentras ni siquiera el tiempo para quitarte el pijama durante todo el día. Sí, necesitas comer y beber como un caballo. No, no tienes que volver a trabajar si te lo puedes permitir». Por último, tranquilizaba  a las madres: «No te preocupes, después será más fácil». Esta última frase era una profesión de fe, porque para mí las cosas no eran más fáciles.

Una semana antes de que mi bebé hiciera cinco meses, regresé a Inglaterra para ir a una boda y para presentarles a mi hija a la familia y a los amigos. No tenía exigencias particulares, por lo que fue fácil continuar con los ritmos de la lactancia. Continué, a pesar de las miradas de muchos extranjeros, que me observaban desconcertados sólo por el hecho de que daba el pecho a mi hija en lugares públicos (muchos “espacios para la lactancia materna” estaban relegados en los cuartos de baño, y yo no quería usarlos).

En la boda, en la mesa durante el banquete, la gente que estaba cerca de nosotros observó: «Que niña más tranquila, pero la das el pecho mucho». No comenté nada, pero cuando otra mujer me dijo: «He leído en alguna parte que los niños africanos no lloran casi nunca», no pude reprimir una carcajada.

Lo más importante que me ha guiado ha sido la dulce sabiduría de mi abuela:
1. Ofrecerle el pecho cada vez que el bebé tenga algún problema, incluso si lo acaba de hacer.
2. Duerme junto a tu bebé (colecho). Así puedes darlo el pecho antes de que se despierte completamente y esto le permitirá volver a dormir más fácilmente y podrás descansar más.
3. Ten cerca una botella de agua durante la noche: para mantenerte hidratada y hacer fluir la leche.
4. Haz de la lactancia materna tu prioridad (particularmente durante los períodos de crecimiento) y déjate ayudar de los que te rodean. Y recuerda: son pocas las cosas que no pueden esperar.

Lea a su hijo, no libros. La lactancia materna no es lineal, sube y baja o es circular. Y recuerde: usted es el experto en las necesidades de su hijo.

J. Claire K. Niala es la autora de este testimonio, es madre y osteópata. Claire es una mujer a la que le encanta explorar las diferencias que afortunadamente todavía existen entre las diferentes culturas de todo el mundo. Nació y creció en Kenya, Costa de Marfil y en el Reino Unido. Ha trabajado y vivido en tres continentes y ha visitado al menos un nuevo país cada año desde que tenía 12 años. Sus compañeros de viaje favoritos son su madre y su hija, cuyas historias y el interés por los que le rodean han llevado a Claire a descubrir e interactuar con el mundo en formas que nunca imaginó.

Es una historia que si duda alguna nos deja muchas enseñansas, una de ellas, la importancia de satisfacer las necesidades de nuestro bebe y nuestras antes que la de nadie mas. Por que los niños de africa no lloran? Bueno, concluyo que depende de nosotros, atender sus necesidades o simplemente decir "dejalo, es normal que los niños lloren", esta en las manos de cada uno y de cada una de nosotras el bienestar total de nuestros niños...

domingo, 4 de marzo de 2012

La naturalidad trasciende

Por todas las batallas que hemos liberado, damos gracias, pues día a día van rindiendo fruto.
Sin forzar nada y el permitir que todo fluya permite que la naturalidad de la vida se manifieste y esto nos demuestra que la sencillez y la simplicidad de la meditacion, es el camino a seguir.

Ras Makva ( mi esposo) y yo y yo tomamos la desicion de realizar con mi pequeña Princesa Inat la lactancia prolongada y el colecho, y aun a pesar de sentirme segura de nuestra desición, de ves en cuando rondaba por mi cabeza un poco de preocupación de si el camino que seguimos es el correcto. Ahora tras Año y 11 meses de lactancia, Inat ha desidido no tomar mas Leche de Mama, y dormir en su cuna de viaje en nuestra recamara, esto sin proponérselo ni obligar a nada.

El dar la oportunidad a nuestros niños de decidir, es demostrarles la confianza que tenemos en ellos y nuestra disposicion de caminar y crecer junto con ellos, de aprender juntos sin distinción de edad ni de "posición" dentro del circulo familiar.

Es realmente sorprendente (aunque concidero no debería) como sin mas ni mas, todo se da en su tiempo y en su lugar, es una muestra de que naturalmente tomamos las desiciones mas convenientes para nosotros y para nuestra familia y que lo único que necesitamos para tener un real crecimiento y aprendizaje es el amor y el ejemplo de nuestros padres, hermanos y familia.

Realmente agradezco esta oportunidad de tomar esta enseñanza y de poder compartirla con ustedes, tomar todo lo que viene y permitir que siga su paso. La educación es fundamental para nuestro crecimiento y el de una Nación Recta y Prospera, pero no debemos dejar a un lado lo que dicta nuestro corazón, pues este nunca buscara el mal. Si cerramos nuestros ojos y buscamos que hay ahí dentro nuestro, lo único que veremos sera Negro, sentiremos Paz, Amor, Sentiremos a Jah Dios.

Aprender la importancia y la magnitud de esto que nuestros niños vienen a enseñarnos es tan importante por lo que no debemos dejarlos a un lado. Hay que dedicarles nuestro amor y tiempo pues considero que también es la salvación de la humanidad.

Termino con  bello canto, Saludos y Bendiciones para todos. Love.

"Vengan mis pequeños vengan
vengan a casa de mi Padre
vengan mis pequeños, vengas mis hermosos
vengan a casa de mi Padre.

La casa de mi Padre esta fundada en amor
Fundada esta, fundada esta
vengan a casa de mi Padre"

sábado, 19 de noviembre de 2011

Una nueva semiJah

Después de un pequeño largo tiempo de ajustes y cambios en mi familia, regreso para contarles una muy bella noticia. Nuevamente seremos Madre y Padre por lo que los 3 estamos muy contentos. Yo, muy tranquila, feliz y agradecida de esta otra gran Bendicion de Jah. El embarazo esta siendo hasta el momento muchisimo mas tranquilo en cuestion a ciertos malestares como nauseas, mareos y sueño; aun a pesar de que sigo dando de lactar a mi pequeña Inat, quien siento que resintio un poco el sentir proxima la llegada de su nuevx hermanitx, ya que su comportamiento cambio radicalmente en fechas de concepcion del nuevo ser, pero cada ves va entendiendo mas la situacion, le explicamos lo que sucede, le preguntamos si quiere tener un bebe para jugar y todo lo que vendra con ello, a lo que ella responde con una gran sonrisa de felicidad y picarez...¡Si!

A decir verdad yo ya tenia muchas ganas y solo esperabamos que llegara la SemiJah, sentia que los tres necesitabamos a otro nuevo miembro de familia y ahora solo es cuestion de tiempo.

Junto con esta gran noticia, se avecinan y llegan muchisimos comentarios y consejos (muy bien recibidos) de toda la familia, amigos, hermanos, etc. por lo que nuevamente comienzo a replantearme algunas situaciones que me gustaria compartir con ustedes como por ejemplo, la lactancia durante el embarazo, lactancia a ambos pequeñxs, parto en casa, con doula, en agua y acompañado (por su puesto parto respetado).
Asi como al momento del nacimiento de la SemiJah el continuar y dar mayor seguimiento a las Señas para mayor comunicacion y comenzar con la Comunicacion de la Eliminacion.

Son muchos temas de mi interes ya que me gustaria llevarlos a cabo, asi que comienzo con la auto-determinacion y aprendizaje.

Hablando de Signar, les cuento el proceso de comunicacion que he tenido con Inat, ha sido muy bello, aunque sinceramente no he dado el seguimiento adecuado a este. Hace un tiempo Inat comenzo a decir ciertas palabras comunes y de mucha ayuda para ciertos momentos basicos del dia, como agua, papa, etc. pero los dejo de decir y ahora ayudandome de las señas comenzamos a tener una mejor comunicacion.

Habesha comenzo a pedir leche signando pero era la unica seña que utilizaba, ahora aparte de pedir leche de esa forma, realiza las señas de beber(simulando beber en un vaso), mama, comer (simulando introducir con los dedos comida en la boca), baño (frotando los puños en su pecho), pañal (golpeando su cadera con ambas manos a la altura de su pañal) esta seña es un poco distinta pero se nos facilito mas asi, pato; que es mas como un ganso ya que al signar grasna y se oye muy estruendoso jeje, y estamos en el proceso de elefante (simulando una trompa con el brazo), chango (rascando la axila del mismo brazo), gracias, porfavor, manzana, los colores, etc. Asi que ya les seguire platicando como vamos con esta bella experiencia.

Para concluir quiero agradecer a Jah por todas las batallas y Bendiciones con las que me llena dia a dia. Las recibimos con amor y de igual forma espero y recibire de la misma forma lo que venga con la pequeña luz que viene en camino. Rastafari Yo.

martes, 2 de agosto de 2011

Hasta que llegue el momento.

      


Seamos parte de este proceso de cambio. Gracias Lety de Criando, creando y Moni de Familia Libre por dar comienzo a esta Fiesta Blogera de Lactancia.

Así que me uno al trabajo compartiendoles parte de mi experiencia en el asunto:

Cuando supe que comenzaba la germinación de una pequeña semilla en mi, el corazón se  me lleno de mas amor y  poco a poco notaba aquellos cambios que alteraban maravillosamente mi mundo; el cómo caminaba,  como dormía (por cierto eso fue lo que  más ;) ) incluso la manera de pensar,  de ver todo a mi alrededor. Uno de los  cambios que más me sorprendió se dio casi  al final de los días de mí bebe en el vientre,  fue la producción de leche, eso daba un aviso de su cada vez más cercano retorno.
Inicial y naturalmente,  pensé que amamantar a mi pequeña seria lo primero que haría al momento de su llegada y no sabia por cuánto tiempo duraría, finalmente era lo de menos, aunque poco a poco me fui cuestionando aun mas y mas, comenzaban dudas externas sobre este tema tan sobresaliente y sin pensarlo ni investigar mas decidí que sería un año, pues es el tiempo que  “la mayoría de las madres” dan a sus niños y niñas, y lo que es "bien visto", de igual forma y sin pensarlo conscientemente.
Llegue incluso  a escuchar en algunas ocasiones el que algunas madres darían el tiempo que el niño quisiera y errónea e ignorantemente pensé: "! Si fuese decisión del niño jamás la dejaría!".
¡Finalmente nació mi pequeña! aunque no de la forma que considero necesariamente  debiera de ser, pero sana después de todo, ningún familiar pudo acompañarme en el momento del parto pero su apoyo fue fundamental y alentador.
Todo comenzó la noche del jueves 25 de marzo con contracciones no dolorosas por lo que comenzamos a estar alertas sobre su constancia e intensidad,  para el día siguiente las contracciones eran fuertes, ya dolorosas y más constantes aunque con un intervalo de tiempo un poco largo por lo que asistimos al hospital, aunque realmente la asistencia en ese momento fue porque llevarían a cabo un estudio del corazón de mi pequeña, el cual ya indicaba la presencia de contracciones. 
Los doctores al realizarme el tan temido y lastimoso "tacto" me decían que no era aun el momento  pues la dilatación apenas comenzaba a acercarse a 2 cm. esto me lo indicaban una y otra vez cada que asistía a revisión. Aunque no debí asistir tantas veces, mi preocupación comenzaba pues pasaban los días y mi cuerpo estaba cansado, sin alimento y sin lograr dormir pues las contracciones no me lo permitían.
La madrugada del domingo 28 de marzo, asistí  a otra revisión, fue exactamente la misma respuesta que en las anteriores ocasiones. La doctora, supongo yo, viéndome cansada y un poco desesperanzada al decirme que regresara nuevamente, sin más ni más, rompió la fuente y me dijo que ya podría quedarme, me llevaron a mi camilla, aplicaron el suero y oxitosina (sustancia que produce el cuerpo naturalmente para la inducción del proceso de parto)
Todo el proceso comenzó con mayor fluidez, la intensidad de las contracciones aumento, y el tiempo entre una y otra disminuyo dramáticamente  haciéndose cada vez más constantes, teniendo ya 6 cm de dilatación me aplicaron “la epidural”  y casi inmediatamente me llevaron a la sala de expulsión  pues mi niña "estaba en la puerta" :).
                                                             
El parto fue un poco largo, dijeron, aunque no recuerdo que así haya sido (o será que acababan de aplicarme la anestesia por lo cual no estaba totalmente consiente). A pesar de haber sido un parto " natural" apenas logre ver un poco borroso entre mis piernas, un cuerpecito cansado y decaído, sin fuerzas, ni llanto alguno pero con muchas ganas de vivir. Inat mi pequeña, después de unos segundos de trabajo de Inat y de los médicos, recupero  su salud, color  y llanto.
 La enfermera se acerca y mi dice: - la ves? está bien, mejoro muy rápido pero para asegurarnos que todo esté en orden la llevaremos a observación.- No pude tocarla, ni cargarla, ni siquiera pude verla bien a causa de los efectos de la anestesia. Mi idea de amamantarla inmediatamente después de que naciera no fue puesta en práctica  y yo recostada en observación, solo esperando a que la trajeran, observando cómo madres acabando de parir suben a Piso ya con sus pequeños en brazos y estos a su vez, alimentándose  y recibiendo el mejor y mayor beneficio que pueden recibir de su madre: amor, cariño, seguridad, salud y alimento. 
Inat estuvo en ayuno y observación durante dos días, pues su intestino- me dijeron ellos- podía haber sufrido algún daño al faltarle la respiración al nacer, al 3er día probaron dándole suero, al recibirlo bien dieron calostro que deje (muy poco pues me fue imposible sacar suficiente como para alimentarle) y al siguiente día ya pude alimentarla en brazos de la leche que Dios me dio para ella. 
Mi pequeña niña salió el día viernes, ya cinco días después de haber permanecido en el hospital, sola y solo pudiendo visitarla dos veces al día por una hora. Tenerla en mis brazos fue lo mejor que me haya pasado, aunque estaba muy lastimada sin saberlo por no haber estado con ella esos días que para mi fueron eternos.
En el tiempo que la enfermera me pidió calostro, y aun a pesar de que casi no salió nada, al siguiente día no aguantaba el dolor por la mañana, por la abundante producción de leche que esto genero. Al visitar a Inat en el hospital y escuchar su llanto, la leche comenzaba a fluir inevitablemente, una de las cosas más bellas es que nosotras, nuestro cuerpo sabe el tiempo, los niños saben también sus tiempos y solo hay que saber escucharlos  no hay nada que realmente pueda ayudarnos más que escuchar nuestro interior, nuestro instinto a nuestro corazón. 
Ahora al transcurrir todo este tiempo  y ese acontecimiento que ha marcado mi vida, he decidido no forzar ni complacer a nadie más que a Inat y a mí. Llevo amamantándola un año con cuatro meses y ambas nos iremos adecuando a nuestros tiempos, a nuestras necesidades y tomaremos las decisiones juntas con mi pareja. Y si ahora me preguntaran, cuánto tiempo daré de mi leche a mi pequeña, diría que hasta que llegue el momento, nuestro momento. También ahora sé que no puedo dar mejor recomendación a otras madres en cuestión a la lactancia, que mi experiencia.
Cada una de nosotras deberá escuchar  su corazón y su sentir, deberá educarse,  amarse y respetarse a sí misma, a su pequeño y a la vida, para lograr encontrar la verdad  y poder realmente satisfacer las necesidades, no solo de un miembro de la familia, sino de toda la familia.
Abrazos, saludos y bendiciones para todos y todas, y para sea cual sea la decisión que tomen en cuestión a educación y crianza.
¡Amor!

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lunes, 18 de julio de 2011

Leche de mama!

“Hijo, ten compasión de mí que te llevé en el seno por nueve meses, te amamanté por tres años y te crié y eduqué hasta la edad que tienes”.
La Biblia, Segundo libro de los Macabeos, 7:27. (124 años a.C)
.
“Señor, no es orgulloso mi corazón, ni son altaneros mis ojos,
ni voy tras cosas grandes y extraordinarias que están fuera de mi
alcance, al contrario, estoy callado y tranquilo, como un niño
recién amamantado que esta en brazos de su madre .
¡Soy como un niño recién amamantado!”
El Rey David en el Salmo 131:1-2




Imagen tomada de Maternidad, lactancia y mas
Acercándose la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto me dispongo a compartir un poco relacionado con el tema.

Natural-mente el cuerpo de la mujer esta diseñado para dar a nuestros bebes el alimento perfecto. De forma innata sabemos como alimentarlos, como cargarlos y darles todo lo que necesitan, solo es cuestión de tiempo para despertar esa naturalidad que normalmente se encuentra escondida y arraigada en lo mas profundo de nuestro ser, ya que la educacion aquí en la Babilonia nos dice "No nacimos sabiendo ser padres", "Nadie te enseña a ser papa", pero no hay batalla que se nos presente día con día, a la cual no podamos dar la cara y superar sin problemas, y si con muchas revelaciones y aprendizajes.

Hoy en día vemos que son muy pocas madres las que dan lactancia con un mínimo de 6 meses de edad, como lo recomienda la Organizacion Mundial de la Salud y menos aun las mujeres que continuan con ella con un mínimo de dos años (que es la edad promedio en la que físicamente no dependen de "Leche") o hasta que el pequeño decida no tomar mas. Esto ha sido provocado a partir de la comercialización de Leches Maternizadas en polvo, Mamilas, Radios y Cámaras para la cuna del bebe, etc, y todo lo que promueve una educacion y crianza totalmente desapegada a los niños lo cual a su ves genera mas gasto Familiar y como concecuencia, a nivel social (como mas adelante comentare).

En cambio cuando se promueve una educacion y crianza de amor, la única solución es volver a las Reales Raíces, volver a lo natural, volver a nuestra Madre Terrenal y Padre Celestial, escuchando la razón y el corazón 1, 2.


La  lactancia en todas sus etapas tiene miles de beneficios para la salud de la madre, del infante y para la comunidad.

Para el niño, como prioridad, la lactancia ayuda a protegerlo contra variadas enfermedades infantiles, que son muy comunes en niños que no son amamantados como enfermedades gastrointestinales, enfermedades respiratorias otitis media, enfermedades en el tracto urinario, cancer, diabetes, sepsis y la lista podría continuar indefinidamente basada en importantes investigaciones, también ayuda a proteger a niños prematuros, optimiza el desarrollo cerebral (IQ), disminuye el riesgo de muerte súbita, disminuye el riesgo de Obesidad, optimiza el desarrollo visual, etc.

Dentro de algunos beneficios para la madre son: Ayuda a contraer de manera mas rápida el útero de la madre, la protege contra diferentes tipos de cancer, ayuda a disminuir el peso excedente, es mas económico y ayuda a dar mas espacio entre cada embarazo.

Además de todo esto la lactancia ayuda a proteger el medio ambiente, pues no generas mas gasto de energía y ayudas a la concervación de la tierra, agua y demás recursos naturales, no generas mas desechos y por ende menos contaminación.

Alimentando con JAHmor


Pero los beneficios de la Lactancia Materna no terminan ahí. Sabemos que así como debemos nutrir el cuerpo, la carne, debemos nutrir el Espíritu, y no hay mejor forma de nutrirlo que con amor y con lo que Jah nos da naturalmente para proveer y criar a los niños de Jah. En ese sentido la Lactancia Materna ayuda a que el bebe desarrolle mayor confianza pues sus necesidades de cariño, afecto y nutrición se cubren totalmente, genera mas apega hacia la madre y ya que es un niño sin carencias de demostración de afecto le permite, desarrollarse  y desenvolverse sin miedos y sin frustraciones.

Por que temer dar amor, si es lo que nos enseña y nos da nuestro Señor, por que educar con sufrimiento, por que dañar a lo mas preciado y el futuro del mundo.  Solo el amor trasciende fronteras, solo el amor cura y solo el amor es el camino a Zion!

Para terminar les comparto un bello poema que encontré:

"Yo le doy mi pecho.
Ella me da sus ojos.
Yo le doy mi leche.
Ella me entrega el alma.
yo le doy mis brazos.
Ella pone en los míos su vida.
Y me convierto en diosa
dadora de vida
de alimento y amor" 
                                Anonimo

Jahmor, Jah Love...Selah!  




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